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Publicado el , 10 de Ago de 2016
Con un puñal en la espalda no puedes matar

pero puedes lastimarte tú mismo

penetrar en cada músculo salobre

un puntiagudo  metal de angustias

ungido con con millar de lamentaciones

que pueden ser propias o ajenas


no importa el color de la muerte

si la vida es embeleco de lo que ya no existe


estados melancólicos perduran sin existir ya la melancolía

sin existir ya el pan que se añora

y el beso que corre en sueño

y el arte de matar solo es recurso literario


¿Dónde está el puñal con el que muero

en aquel instante en que soy?


Hay un recorrido que extraña mi mente,

en palabras caídas de las mismas palabras

suelo sentarme a modelar recuerdos

¡No puedo recordar!

¡No quiero recordar!


Está el puñal en mi mano y quiero matar

¿dónde te escondes asesino?

¿dónde te ocultas de mí?

no más recuerdos bajo tu pesada hoz


Acalla el silencio absoluto, asesino

quien más que yo soy el asesino.




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Sobre el autor

Juanjo

Un matemático nunca debe olvidar que se encuentra en un mundo, un mundo que sangra sentimientos y deseos, un mundo que no se puede expresar en ecuaciones...quizá las ecuaciones no describan completamente el mundo pero si pueden ampliar panoramas en la búsqueda de esa esencia inmaterial a la que aspiramos en algunas ocasiones. 



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Absurdo

Absurdo, besar tus labios y no recorrer tu torso absurdo, besar tu cuello y no acariciar tu cabellera absurdo, besar tu espalda y no mimar los volcanes de tu pecho absurdo, besar tus besos sin ternura y mucho más que absurdo, no besar todo tu cuerpo antes de llegar siquiera a ver tu sonrosado ...

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