Ahora escúchame Tu.

Ahora que te veo allí tan plácidamente distraída,

Quiero rogarte el favor de que me escuches unos minutos,

Porque la verdad yo creo que ya te he oído demasiado,

He estado pensando en ti, mientras sigues con una aguja hipodérmica

En la mano inyectando veneno a quien se pasa por tu lado y en serio

Que no entiendo en donde albergas tanto  odio,

Tus ojos reflejan otra cosa, creo que les has puesto cortinas

A tan hermosas ventanas para que el mundo no te vea

Preparando tus brebajes, pero te has olvidado del aroma

Nauseabundo que ellos emanan,

Tu sonrisa, bueno, parece un oasis pero no es más que un abismo

Teñido de muerte, y así, tu belleza es un engaño.

Lástima que tus alas bello ángel sean de cartón,

Lo descubrí ayer cuando pasaste frente a la iglesia y el agua bendita

Las quemo’.  En fin, te decía que es una lástima descubrir

Las cenizas de lo que yo pensaba era un imperio escondido en tu alma.

Tal parece ser la vida se ha peleado contigo y ahora buscas venganza

Con cualquier desprevenido que se cruce en tu camino,

No soy capaz de decirte lo que te mereces porque con pronunciar esas palabras

De inmediato me ganaría el infierno.

Si me pidiesen que te comparara con algo yo diría

Que eres un delicioso chocolate relleno con arsénico,

O un karma disfrazado de mujer pero no quiero entrar a jugar tu juego

Sucio y maledicente, jamás me rebajare a tu profundidad,

Solo quería confesarte mi decepción y repudio de tu comportamiento

Para que me hagas el grande favor de ausentarte permanentemente

De mis alrededores, no quiero seguir encontrando tus minas antipersona

En cada huella que has dejado.